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sábado, 27 de noviembre de 2010

Y pasaron los meses

Estoy parado y soy mayor, ¿no puedo tardar tres días en recuperarme de la resaca de mi cumple? Pues eso, que ese es el motivo de mi ruptura en la continuidad de este blog. Una vez pasados esos días de jarana (y aún queda alguna celebración pendiente porque sí, estoy desempleado, pero soy como Isabel Preysler pa esto de organizar fiestas, aunque sin Ferrero Roché) retomo intentando describir qué se siente cuando te das cuenta de que tu situación de paro no es algo vacacional, que va a pasar en breve. De esto se da uno cuenta cuando pasan tres meses en desempleo, fecha que coincide con la vuelta a las oficinas del ECyL, (ese gran desconocido). Uno se relaja en el paro, y no se da cuenta de que el Gobierno, o sea todos, que nos quiere tener controlados, te hace fichar cada tres meses. Una idea una miaja peregrina, ¿para qué vale eso? Tú puedes haber esatdo rascándote la barriga en el sofá de tu casa 180 días consecutivos, pero, ehhhh, ese día que pone en la tarjetita (repito cacho folio medio deslabazado) tienes que estar en las oficinas del paro. Con eso, todo solucionado. Seguro que los funcionarios y políticos correspondientes cuando hacen una especie de inspección preguntarán "Don Germán Rubio está buscando activamente empleo? Sin duda, vino el jueves a fichar..." Lo mejor es que ahora se puede hacer por internet, ¿qué sentido tiene eso? me dedico a gastar el dinero del contribuyente en Jamaica, pero mientras ese día entre en la página web de la Junta y firme, no hay problema. He de decir que a mí me mola más lo de ir a las oficinas, llámadme masoquista, pero ya no podía vivir sin el sentido del humor de esas funcionarias. Y es curioso porque cuando vas a firmar te sucede lo mismo que la primera vez, no tienes ni idea de a qué amable señorita dirigirte porque a nadie en los carteles se le ha ocurrido poner "Pa fichar el paro", siguen poniendo lo de Prestaciones, Ofertas... en resumen, volví a equivocarme, sólo que esta vezs para que no pensaran que era subnormal no pregunté antes, hice un poco de cola y me senté en la mesa más concurrida... Pues nada, agua, después de esperar llegó la fres "Aquí no es, es en la mesa de al lado" !!!!Me cagüen¡¡¡¡¡¡ Nueva cola, y fichas, aquí si que no hay confusión posible, si llevas en DNI y el papelillo (la tarjeta, vamos) todo solucionado, tres meses más. Al salir sientes una extraña sensación, de verdad que cuando me dieron la tarjeta jamás pensé que llegara a coleccionar el primer sello, ahora lo tengo. Dentro de poco supongo que esto de las tarjetas será como los cromos, los parados nos ubicaremos a las puertas de la oficina a comparar "Pues yo tengo tres... Buahh, eso no es nada, yo tengo hasta tres tarjetas y sellos de colores distintos" Y saldrá el último en unirse al club y dirá "Pues yo soy de Últimos Fichajes". Lo bueno es que de todo se aprende, ¿a buscar más activamente trabajo? No que ya he dicho que es todo mentira, se aprende a conocer mejor la oficina del paro. En tres meses fijo que ya no me pierdo, ya conozco todo lo que hay que conocer, porque la ventanilla de ofertas está más en desuso que el Ministerio de Trabajo

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